Los armarios de la ropa o vestidores suelen ser espacios de nuestra casa de una gran importancia, de uso diario y donde se acumula, por lo general, un cierto desorden. En algunos casos es el caos más absoluto…
Es importante dedicarle tiempo y cariño si queremos que las prendas se vean bien, se arruguen lo menos posible y siempre sepamos donde están o donde colocarlas una vez estén limpias. Para ello os daré unos consejos, empezamos con cinco, pero no pararé aquí, como ya os dije la semana pasada cada viernes publicaré consejos y trucos para ordenar vuestras casas y oficinas.
Las perchas
Mejoraremos la visualización del vestidor o armario colocando todas las perchas hacia el mismo lado, siempre hacia dentro, y utilizando perchas del mismo tipo. No nos volvamos locos para comprar perchas nuevas, si no las tenemos iguales, mejoraremos el aspecto agrupando cada tipo de percha para los diferentes armarios de la casa o utilizarlas por tipo de prenda (por ejemplo todas las camisas con las mismas perchas, los vestidos con otras, etc) o bien usar un código de colores (perchas blancas para ropa de verano, perchas más oscuras para la de invierno).
Un lugar para cada cosa
Para facilitar la búsqueda de cualquier cosa debemos saber donde se encuentra, por eso es necesario que todo tenga su lugar. De este modo, cada prenda tiene que guardarse donde toca y agruparlas por tipos. Así cuando vayamos a buscar un vestido sabremos que solo puede estar en la zona donde se guardan los vestidos, lo mismo con una camisa o con un pantalón. Hay que dejar de guardar las cosas donde haya hueco, hay que hacer hueco donde tengamos que guardarlas. Solo así mantendremos el orden.
Todo a la vista
Solemos ponernos las prendas que tenemos más a la vista, por eso es importante que, en la medida de lo posible, todo se vea. Tendemos a olvidarnos de todo aquello que no vemos y usamos lo que tenemos más a mano. Por ello es mejor que nada más abrir el armario o el cajón veamos a simple vista todo lo que hay en él.
Para lo ropa colgada es fácil, siempre está en un primer plano. Pero en los cajones es habitual que guardemos todo por capas de modo que solo vemos las primeras y tendemos a olvidar lo que hay bajo ellas. Para que eso no nos ocurra debemos aprender a doblar y a guardar las prendas para que queden en vertical y así sean todas visibles. Además de comprobar que tenemos más cosas de las que hay en la superficie del cajón, aumentaremos considerablemente su espacio.
Si no disponemos de cajones, utilizaremos cajas para todo lo que sea susceptible de estar doblado.
Ordenar la ropa interior
Los cajones de la ropa interior acostumbran a ser un desastre. Cada vez la ropa interior es más minimalista y doblarla suele ser una aventura de la que es fácil desistir.
Os traigo un truco para que las braguitas y tangas os queden perfectos: guardarlas enrolladas en tubos de papel higiénico. Con un tubo haremos dos «cajitas» que decoraremos con papel decoupage o washi tape para que queden más monas. El cajón de la ropa interior no volverá a estar desordenado, os lo aseguro.
Tirar o donar
Recuerda que tan solo usamos un 20% de la ropa que tenemos en nuestro armario. Da el paso y tira, dona o regala todo aquello que tu ya no usas, tu armario te lo agradecerá y verás el espacio libre que consigues.
El orden es la forma en que la belleza depende.
(Pearl S. Buck, 1892-1973)
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